La mayoría del tiempo no medimos el valor de las palabras, decimos amar sin antes conocer qué es querer, decimos que estamos hundidos cuando solo es una mala racha, huímos de la gente sin saber que estamos huyendo también de nosotros mismos, nos quejamos por todo sin saber que sólo podríamos soportar la vida que tenemos porque cada persona nace adaptada a sus condiciones (que siempre podrían ser peores) y podría seguir poniendo ejemplos pero poca gente va a leer esto. Solo pretendo decir que nada es difícil, que son solo quejas y pequeños obstáculos que queréis que se adapten a vuestra comodidad y eso jamás va a pasar. Por eso, apreciad los pequeños detalles, pues son grandes cuando nos faltan. Y recordad que todas las rosas tienen espinas y nosotros no vamos a ser menos.
-Silvia López.
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